La gestión del trabajo, la necesidad de formarnos continuamente, la atención de la familia, de la casa, el pensar en cada pequeño detalle, hace que un alto número de población se encuentre con gran carga mental. La frase “Me falta tiempo en el día” con una sensación de no ser capaz de llegar a todo se ha convertido en un sentimiento que genera gran malestar, con síntomas como insomnio, falta de apetito, hipertensión, tics o calambres, sensación de cansancio constante, mal humor, irritabilidad etc.
1. Usa el móvil o una agenda que lleves siempre a mano.
2. Elabora una lista de tareas .Diferencia entre:
- Tareas rutinarias del día a día. Dónde puedes diferenciar:
- Tareas automatizadas: fregar después de comer o hacer la cama después desayunar. Si eres constante en su ejecución, te dará sensación de orden inmediata.
- Tareas más elaboradas como hacer la compra, por ejemplo, resulta útil hacer un menú semanal cerrado. Haz el listado de todos los ingredientes que necesitas y fija un día para ir a comprar, junto con el resto de productos del hogar. Te ahorrarás tiempo no teniendo que ir varias veces porque se te han olvidado cosas, también resulta un buen instrumento para optimizar la economía doméstica.

- Tareas planificadas y puntuales, citas médicas, tintorería, llevar el coche al taller, reuniones de trabajo, formaciones, etc
- Tiempo de descanso, tu tiempo para recargar las pilas no puede ser solo cuando paras a comer o para ir a dormir y no sustituye al tiempo de ocio, ya que si tus actividades de recreo, las ejecutas cansadx no las disfrutaras al cien por cien.
- Tareas de ocio, disfruta de aquello que te gusta y te enriquece.
3.Indica al lado de cada tarea que tiempo real te implica cada acción.
4. Organiza las tareas a lo largo de la semana, siendo realista en número por día y el tiempo que implica cada una de ellas. Si te pones demasiadas, su incumplimiento repercutirá en tu sensación de frustración y de no “cumplir con todo”. Es importante que dejes siempre tiempo para imprevistos.
5. Cuando se traten de tareas de la convivencia, organiza con todos los implicados quién se encarga de qué y bórralo de tú mente, ya no es tú tarea, delega. Y permite que cada uno ejecute la tarea a su manera.

6. Fomento del apoyo comunitario. Nos olvidamos que vecinos, otros padres o madres cercanos pueden estar en la misma situación, mientras los niños juegan podéis turnaros para hacer la compra tranquilamente u otras acciones incluso el ocio.
7. Evita distractores como las aplicaciones móviles y redes sociales, sin querer, cada vez que llevamos la mano al bolsillo cogemos el móvil para comprobar mensajes, nuestra mente se distrae y le cuesta centrarse de nuevo en la tarea realizada “mindfulness”.
8. Revisa tu planificación para ver si se está cumpliendo, si es realista o si tienes que ajustar tiempos o quitarte tareas.
9. Recuerda la multitarea no funciona, solo genera más sensación de ansiedad con una elevación de tu cortisol.
Puedes pensar que pararte en todos los puntos lleva mucho trabajo. La realidad es que si dedicas un espacio a esta planificación, optimizarás mejor tú tiempo y serás más eficaz. Tendrás sensación de control sobre lo que pasa en tu vida, evitarás pérdidas de citas importantes y la sensación de “No llegar” desaparecerá y se convertirá en un “He conseguido lo planificado y tengo tiempo para relajarme y disfrutar”.
Invita a organizar el tiempo de esta manera en diferentes contextos, cuando tú formes parte de él y percibas carga mental en los otros.
*Las estadísticas hablan de que las mujeres somos quienes más padecemos de “carga mental”, desmitifiquemos “la mujer multitasking”, “mujer multitarea.”
Carga mental y gestión del tiempo.está licenciada bajo CC BY-NC-SA 4.0© 2 por Alicia Nájera Rodríguez
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Comentarios
Me parece interesante el punto que hace referencia al apoyo comunitario.
Cuando mi hijo era pequeño e iba al parque con él, no era extraño escuchar criticas hacia alguna madre, cuya forma de actuar parecía no ser la adecuada y, sin conocer los pormenores de su vida, de forma gratuita, una panda de de mamis perfectas, se permitía juzgarla de forma casi despiadada...
El mundo sería mucho más saludable y la maternidad más sencilla si acabáramos como una sociedad real. No solo me refiero al conjunto de personas que convivimos bajo las mismas normas, sino al grupo de ciudadanos que cooperamos para conseguir los mismos fines... Esto último, en principio me parece una fantasía, pero hasta el momento, una utopía.
Fantástico artículo!!
Gracias por tus consejos, qué importante que la mente deje de estar alerta y descanse